Lo más importante es que de los peores demonios asignados al café es que produce una fuerte descalcificación, razón por la que está contraindicado para su ingesta en niños, pues se cree merma el desarrollo óseo y afecta severamente. Hay una fuente, al menos una que he consultado, donde se incluyen argumentos para refutar tanta malignidad asignada de forma casi arbitraria al café. En donde nos dicen que bastará con tomar el equivalente a una cucharada de leche para sobreponerse a los efectos descalcificantes de una taza de café y, que los efectos sobre la vida de las personas que ingieren café también están bastante exagerados al no ser realizados con toda imparcialidad.
Una de las partes del artículo que menciono que me pareció de mayor importancia fue: Todas las observaciones implicando bebidas que contienen cafeína como un factor de riesgo para la osteoporosis han sido hechas en poblaciones que consumen sustancialmente menos calcio del óptimo.
La referencia a esta corta reseña es
Effects of caffeine on bone and the calcium economy
R.P. Heaney*
Food and Chemical Toxicology 40 (2002) 1263–1270
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