domingo, 23 de junio de 2013

El inexistente amor ideal. No sé que busco

Hace apenas unos minutos leía un post en facebook sobre el amor platónico como amor a la sabiduría y al conocimiento, que implicaría que si sentimos amor platónico es que sentimos felicidad por saber de la otra persona; sin embargo, traducimos esto como un amor imposible e idealizado en algo que no podemos alcanzar.

Entonces, me pregunto, ¿cuáles serán las razones que impiden que alcancemos el amor? (refiriéndome a mi mismo por supuesto).

Hay en este momento alguien que muestra todo el interés del mundo en mí, que es interesante, sensible, con carisma y, que tiene toda la serie de características que se supone son consideradas óptimas y buscadas en todos aquellos con los que queremos estar incluso más allá de intereses amistosos, pero sucede que no despierta ninguna sentimiento más allá que la amistad. Aunque he de confesar que la insistencia ha provocado que con el tiempo, me haya ido agradando más y que me sienta muy cómodo con esa persona, pero hasta el grado de que podría considerlo como un gran amigo, en el que quiero confiar y que espero pueda ser un pilar importante en el camino de la vida. Pasa, que bajo ninguna circunstancia puedo considerarle más allá de eso. Pasa, que parece que fuera que no reúne las características físicas mínimas necesarias para que esa transición pudiera suceder... Eso me entristece, porque aunque es una actividad consciente, como puede verse, no es algo que pueda contrarrestar. Siempre he sido partidario de que algo de atracción física es necesaria para que pueda surgir una relación, no la belleza perfecta percibida por la mayoría, sino sólo con que te resulte atractivo a ti. Como muchos piensan, más allá de que los demás también le consideren la cosa más bella.

Luego me pasa al mismo tiempo, la versión opuesta, conozco a alguien que no digamos es el ejemplo de atractivo y belleza universal, pero cumple con “los mínimos” antes mencionados. Además tiene un grado de carisma también agradable. Todo va bien, pero ahora pasa lo opuesto. Soy yo quien muestra interés y no la otra persona. Después de unas cuantas charlas virtuales, porque no nos conocemos, aparece mayor interés, y antes de que se de el momento del conocimiento físico considero importante pasar cuentas de facebook, no vaya a ser que las imágenes que habíamos compartido hasta el momento mostraran una realidad más falsa que tangible. A partir de ese momento, el interés decae y soy pagado con mi propia moneda. Juzgado por lo que yo antes juzgué.

Me lo merezco supongo, y entiendo que si igual estuvo fuera de mi control en su  momento, estará también fuera del suyo. Intentando darme ánimos insistí en conocernos, porque luego la gente dice que no soy muy fotogénico, y quiero creérmelo, aunque en el fondo supongo que sólo es amabilidad. Pero no funcionó. Fuerzas ya no me quedaron para seguirlo intentando.

¿Qué caso tiene?

Estoy triste, y no puedo externarlo, porque a quien le intereso y me dice que está triste sé que es por mí, sería cruel y tonto hacerlo. Mis amigos, no le veo mucho caso, para qué, están trabajando y tienen sus propias vidas y problemas.

Necesito un abrazo, y saber que todo estará a bien, pero... Entiendo que con lo que he escrito antes parezco una persona odiosa. Sé, a pesar de todo, que no soy el único que piensa así, sé que muchos lo hacemos y no nos atrevemos a externarlo.

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