lunes, 12 de mayo de 2014

Movimientos corporales en la búsqueda de pareja. ¿Puede la forma de caminar indicar la orientación sexual?, ¿y el baile?

Buscando algunas de las posibles razones por las que algunas personas tienen mayor éxito o número de parejas sentimentales y otras no tantas,  he encontrado un estudio que habla sobre los movimientos corporales del hombre y cómo estos son percibidos por la mujer. Aunque arroja luz sobre ambos escenarios.

Es claro que la apariencia a primera instancia afecta grandemente la percepción que los otros tienen sobre nosotros. Y no sólo esto, sino también como actuamos entre las diversas situaciones. Y al parecer, todo esto no es producto de la nada, sino que revela un conocimiento evolutivo que hemos adquirido. Así el que ciertas características en particular nos resulten atractivas y a otras personas quizá no, podría
responder a la necesidad específica de ciertos aspectos que convierten a quien nos atrae en una pareja de calidad, y estos aspectos no son sólo físicos, sino también de personalidad, los que sorpresivamente (al menos para mi) pueden ser revelados mediante los movimientos de la otra persona.

Mediante los movimientos al caminar se puede identificar el sexo de una persona, en el caso de la masculinidad está relacionada con el movimiento de los hombros y la feminidad con el movimiento de caderas.(Pollick, Kay, Heim, & Stringer, 2005).

¿Se puede mediante los movimientos corporales identificar la orientación sexual?

Al parecer, el llamado “gaydar” o radar de gays que permite poder identificar si alguna persona (hombre o mujer) es homosexual está relacionado con la forma de caminar y de moverse de esa persona, donde el juicio se realiza de la siguiente manera:

- Si el que camina es hombre, entonces lo que importa para el juicio es sólo la forma de moverse.
- Si quien camina es mujer, para intentar adivinar la orientación sexual interviene tanto la forma del cuerpo como la manera de moverse.

La probabilidad de acertar aunque más allá de sólo el azar, es mayor cuando el sujeto es un hombre homosexual, que una mujer.  Johnson, Gill, Reichman, and Tassinary (2007)

¿Y que hay del baile?
Incluso el mismo Darwin, decía que el baile es una forma de cortejo y de demostrar la calidad potencial de la pareja. Esto al parecer, porque los movimientos del baile comunican salud, fuerza y por lo tanto atractivo físico. ¿Será que tengo que bailar más? ...


(Aún inconcluso, mañana termino la narración)

Del libro Evolutionary  Perspectives on  Human Sexual  Psychology and  Behavior
Viviana A. Weekes-Shackelford, Todd K. Shackelford Editors, Springer

lunes, 24 de marzo de 2014

¿Qué me hace feliz?

La verdad creo que no estoy seguro de cuáles son las verdaderas razones que me hacen feliz. Pero más que eso, creo firmemente que la felicidad no debe estar producida por ningún evento externo, sino que ha de ser intrínseca y auto motivada. Sin embargo, por bonito que esto pueda sonarme a mí mismo, casi nunca sucede y son muchos eventos del exterior los que la influencian.

Después de aplicar durante dos días la reprogramación cerebral para la felicidad, parece que en un momento aleatorio del día simplemente comenzó a tener efecto. En cada momento que sentía que algo negativo venía a mi memoria evocaba esas tres o cuatro cosas que había anotado como positivas del día anterior, recordaba ese mini relato del diario de la felicidad, y me enfocaba en las muchas cosas buenas que tiene el día. En un momento, que casi podría señalar de forma específica, simplemente los aspectos negativos no fueron tan importantes. Me sentí mejor.

Hoy hay muchos puntos positivos y por supuesto el relato del diario de la felicidad, pero ya tengo mucho sueño, luego lo termino :)

Buenas noches

No me impondré más esta velada en tu camino,
que sean las estrellas las que cuiden de tus sueños,
que desciendan y te brinden un cálido beso,
que en su abrigo descanses y
con su cariño despiertes más feliz.

Ausencia

Cuando el porqué no tiene respuesta,
cuando la vida sigue sin importar lo que pase,
y al voltear ves y no ves nada.

Es la ausencia, restos de una energía sin sentido,
la carencia muestra del afecto olvidado
y la felicidad una apoteosis inalcanzable.
Tranquilidad, fulgor y alegría
son la aceptación de la vida que busco.

domingo, 23 de marzo de 2014

Iniciará el diario de la felicidad

Hoy ya no alcanza el tiempo, pero que gran dicha pensar en iniciar el diario de la felicidad. Escribir un breve suceso que valga la pena recordar del día que nos haya hecho ser felices. Vamos reprogramar al cerebro. El objetivo de este tipo de entradas es irse acostumbrando a fijarse en  los aspectos positivos de la vida antes que en los negativos

Primera entrada del diario de la felicidad.

El día de hoy fue interesante y divertido. Básicamente un improvisado domingo de  reunión social en casa de amigos-compañeros de escuela, en donde cocinamos de forma colectiva. Comimos y reímos pero no cantamos. Algo complicado concurrir en todo por nuestros diferentes carácteres, pero al final un aprendizaje que sólo se da de la convivencia y la animosidad que devenga de ella.

El aspecto positivo a recordar de hoy es entonces, la convivencia con amigos y otros que no eran tan amigos, pero que van por el camino de serlo. Caminar por los juegos mecánicos, con la agradable noche, aunque todo opacado por la insuperable dicha de la compañía.


Y las tres cosas buenas para recordar mañana.

- Haber cocinado, hecho sangrías y mojitos con amigos.
- No haber necesitado de juegos de mesa para entretenernos.
- Ver la formación de vínculos fraternales casuales y hablar de todo tema sin restricción.
- Haber acordado volver a reunirnos mañana para comer.


Ahora que empiezo a hacer este ejercicio me doy cuenta que hay demasiados puntos positivos en la vida. Continuaré asiduamente haciéndolo, esperando mejorar siempre, tanto en los puntos que noto, como en mi percepción del mundo. Creo que más importante tengo que agradecer haber encontrado este método en las Ted talks y contar con amigos tan comprensivos como los que tengo. Creo que esas lecciones de humildad que tanto he necesitado toda la vida, son el pan de cada día. Quiero sinceramente aprovecharlas y no simplemente pasar de largo de ellas. Sino tratar de mejorar cada día aprendiendo de todos y de todo. Ser feliz.

Sin sentido es mejor

Caminaré sin sentido por el mundo, abstraído de la vida,
sin merecer más tu aliento,  olvidado del amor.

Hasta para estar erguido motivación requiero,
y hoy finjo tenerla,
pues del mundo preguntas insistentes no quiero.
Todo cuanto quiero es que este oscuro día fenezca.

Esperanzas tontas. ¡Oh ilusiones!
Vanos pensamientos que no sólo un día, sino una vida repetí.
Se desmoronan hoy, carentes de cimientos,
como siempre fueron, como nunca serán.

Aunque intenté reprimir al sentimiento, ningún esfuerzo bastó.
No me juzgues, pues quise y no pude.
Es difícil mostrar siempre fortaleza.
Y es que el incierto momento de saber llegó,
y el plazo que no se puso se cumplió.

Siempre estoy lleno de sueños. Sueños de un mejor amanecer, uno donde las preocupaciones de la vida cotidiana son irrelevantes. Creo que los sueños son necesarios y la vía de escape para una vida más cómoda, pero no más adecuada, porque la vida que ya tenemos ha de ser la adecuada. Pensar lo contrario, creo sería un error muy grave.  Una vida adecuada, pero no perfecta.

¿Pero la perfección qué? seguro se habla más de ella por inercia que por propia necesidad, si la perfección no existe, pues todo es mejorable, ¿porque esa palabra no ha caído en desuso? Aunque seguro la utilizamos para referirnos a Dios. Pero si no, ¿quiere decir que nos esforzamos en alcanzar lo inalcanzable? Que ilógicas serían entonces nuestras vidas y nuestras motivaciones. Pero y de nuevo ¿la lógica qué?  queremos describir todo con el razonamiento cuando no comprendemos nuestra naturaleza del todo. Pero bien, está claro que algo entenderemos de nosotros, así que la lógica seguro puede resultar una herramienta muy útil al tomar alguna decisión. Aunque a veces escojo la sinrazón, lo ilógico y, lo imperfecto. Porque he aprendido que a veces entre pensar y concluir se nos va la vida. Y eso me da miedo, cuan rápido pasa la vida y cuan poco lo noto.

Seguro podría eternamente divagar y no llegar a nada. Mejor me duermo



Buscando...

(Cuando lo transcribí me di cuenta de su incoherencia, mi incoherencia)

Y así nos la pasamos buscando. Buscando algo que podría ser imposible de encontrar como si nosotros mismos tuviéramos miedo de que existiera. Pero no es así.

Está basado en la sobre valoración que tenemos de nosotros mismos la mayoría de las veces, otras en la infravaloración, las menos. Esto es porque creemos ser una cosa y merecer por lo tanto lo que nos corresponde. Y no con esto quiero decir que tengamos realmente que etiquetarnos, pero la verdad es que nosotros mismos vivimos etiquetándonos. Aún de manera inconsciente lo hacemos y etiquetamos también a los demás.

Frívolo, pero la realidad es frívola, el mundo es un lugar poco cálido. No totalmente tal vez, pero una gran mayoría. ¿No vuelve entonces en anormales a aquellas personas que no lo son? Asumiendo que tales personas existan, claro está. Creyendo que es posible, esperamos que los demás no nos juzguen y nosotros sí juzgamos, aunque decimos que no lo hacemos, sería deleznable. Esperamos ser medidos de diferente forma de como nosotros lo hacemos. Esperamos y esperamos. Sin un final, mas que la resignación o la muerte.

Por ejemplo, a veces que en “el amor” buscamos a alguien que supere nuestro atractivo (a veces, dije), que sea más joven, más delgado, con mejor cuerpo... Para que luego resulte que esa persona también busca lo mismo. Que ironía. Todo parece caer en la resignación. Alguno de los dos  tendrá que aceptar que sus objetivos totales no pueden cumplirse y tendrá que intentar sobrellevar la situación que exista. Oh sorpresa, aquí surgen las justificaciones basadas en el comportamiento. Quizá deje de amar y llegue la resignación al querer, a la costumbre, a la necesidad de afecto.

En otras ocasiones, lo que buscamos es en parte lo que perdimos con los años, o lo que no hicimos y los años que perdimos dejando de hacer esas cosas que ahora deseamos hubiéramos hecho. Vemos en los más jóvenes la respuesta a nuestras súplicas de lo inexistente. Así que si a alguien le interesan las personas mucho más jóvenes, el rango de edad podría ser adecuado si el objetivo del asecho es lo bastante inmaduro para aceptar buscar una figura paterna, prueba de que habremos tenido éxito. A esto no le pongo adjetivos porque cada quien sabrá.

Difícil encontrar al ideal, y no es que no exista, es que no podemos controlar lo que pensamos producto de nuestro entorno.  Esto nos lleva a pensar en otra cosa, eso que llamamos amor en realidad si lo controlamos. O más bien, es nuestra vida la que lo controla, y nosotros controlamos en cierta medida esa vida.

Nuestros “desamores” y decisiones son producto de nosotros mismos. Si creemos que no hay respuesta, es que vivimos creando nuestra infelicidad y culpamos a los demás de nuestros actos, cuando son nuestros actos los mismos de los demás.

(Aquí el nosotros se acerca más al yo, pues es mi opinión despersonalizada únicamente)

miércoles, 29 de enero de 2014

Palabras nunca pronunciadas.

Condenado a no dormir una noche más, marcado nuevamente por el estigma de un sopor del que no puedo liberarme, del que no puedo escapar, pues dejar de pensar no puedo. Tan sólo un atisbo de pensamiento inmaculado es lo que necesito, al menos momentos de abandono, pero no. Me juega trucos  la mente e impide que deje de pensar, fantasear y recordar. Insistente es ante la idea de no dormir.

Incansables los ya pesados ojos parecen ser. ¿De qué sirve estar despierto si todo en cuanto pienso es en dormir?, ¿de qué sirve mirar al techo cuando sólo deseo descansar? Y vaya paradoja, acostado sin hacer nada y sintiéndome a cada instante más cansado. Agotado en el descanso del descanso inalcanzable por las jugarretas de esta mente.

Las horas pasan y pienso en todos esos ayeres perdidos, todas aquellas palabras que sin fuerza nunca fueron pronunciadas. Hilando historias de mundos alternativos donde fueron dichas. Donde fueron contestadas. Donde su expresión brindó felicidad.

En el infructuoso intento de no pensar en lo no dicho, busco fantasías de lo que no será. Llanas ideas que mueven al corazón. Espurios pensamientos, sin razón y sin sentido llenan esta noche. Veo al reloj y entiendo que serán pocas las horas que para dormir queden. Pero ¿cómo más sino bajo la presión de no dormir podría recuperar la razón y perder el incordio de la no solicitada vigilia?

Y bajo esta noche despierta plagada de elucubraciones sin sentido, recuerdo aquellos abrazos que nunca fueron,  sellados con aquellos besos que nunca se dieron. Recuerdo esas promesas no dichas que se hicieron. Esas ilusiones no pedidas y no dadas pero que insistían en ser. En existir.

Es mi cerebro medio dormido junto con la noche quien escribe. Es la  sinrazón la que exacerba mi pensar y mi sentir. Aunque sólo siento a medias. Por más regocijo que sintiera una sonrisa no saldría. Por más triste que estuviera una lágrima no derramaría. ¿Cómo puedo decir entonces que exacerba mi sentir, si luego mi sentir no puede aflorar? Pero sí, yo lo siento, está ahí palpitante y latente a un lado de lo nunca pronunciado.

martes, 21 de enero de 2014

¿Qué decir?, ¿qué escribir?

En una vida carente de atrevimiento pasan los días. Lo más triste es que apenas hoy me doy cuenta.

Recibo la llamada de una amiga y comenzamos la plática de todo y de nada, ¿me acuerdo?, no lo sé. En un momento comienza a hablar sobre que está transportándose a su lugar de trabajo. en el fondo se escucha una canción cuyas notas no puedo distinguir y cuya me interesa tan poco que ni siquiera me preocupo por intentar entenderla. "Bajan en la siguiente parada", alcanzo a escuchar. Al fin todos aquellos sonidos que llenaban el ambiente desaparecen, al fin sólo escucho en el teléfono la voz de mi amiga y el lejano zumbar del viento. "No se ve el carro de mi jefa" me dice y se nota un tono de alivio en su voz, le digo "quizá solamente no se ve y, deliberadamente decidió dejarlo en otro lado, engañarte y crear en ti esa falsa idea de dicha, quizá ya se encuentra esperándote, con todo preparado para cuando llegues tumbar esa ilusión y poder reírse de ti con desdén". Mi amiga ríe mientras se lo digo.

Aunque creo que las palabras no son literales y que las que otrora salieran de mi boca fueran más divertidas, me dice que debería escribir un libro. Le digo "lo he considerado, el principal problema es que no logro concebir ninguna idea útil para la causa, ninguna cosa que valga la pena ser escrita". "Un relato corto o un cuento" me dice, a lo que pienso que podría tener mucho de verdad y que quizá debería comenzar a intentar tener una idea, en todos los casos nunca se me ocurre algún tema del cual escribir que sea más que ideas tontas y sin sentido. "Habla de la vida" le oigo decir. Miles de ideas cruzan por mi mente y le digo "Si hablo de la vida, seguro la inmadurez de mis pensamientos quedará plasmada sobre el papel, seguro que mucho de lo que diga tendrá connotaciones de ámbitos sexuales y no porque yo me la pase teniendo cópulas, sino porque mucho del mundo es eso" ... ¿Y qué?, ¿acaso las anhelo? tal vez, pero aún sí si o sí no, en el mundo hay demasiado, y mi cabeza tiene mucho del mundo en ella.

Decido entonces intentar poner en práctica esa sugerencia con esta escueta redacción de aquel suceso. Comenzar con alguna frase que tal vez desate mi furia por las letras o que tal vez la apague para siempre como un balde de agua apaga los remanentes de una fogata.

domingo, 5 de enero de 2014

La lectura como refuerzo a la memoria

Hay ocasiones, sobre todo en las vacaciones, en las que comienzo a sentir que mi capacidad para recordar cosas cotidianas va disminuyendo. Esto lo creo, porque en una conversación normal, batallo a veces para decir palabras o frases que durante mucho tiempo había estado usando con total naturalidad, frases tales como «ayer me estaba tomando una ... “____”», y sólo hasta varios segundos después puedo decir que era; por citar un ejemplo, una sangría. Y tampoco es que se me quede la mente en blanco, porque tengo la imagen clara de lo que se trata, pero he olvidado su nombre al menos por breves instantes. Y sobra decir que me preocupa.

Como al inicio, mencionaba, esto ocurre más a menudo en las vacaciones, que casualmente es cuando menos actividad intelectual realizo, así que decidí volver a la lectura y probar y poner a prueba sus capacidades de “mejora”, lo pongo entre comillas porque todo el mundo decimos que nos hace falta leer, que ayuda a la imaginación, al vocabulario, a ejercitar la mente, y muchas más, pero no tengo un sólo término que lo englobe todo, al menos no uno que recuerde de momento (quizá entonces esto no está funcionando).

Esto no está basado en ningún tipo de estudio, sólo en mi experiencia.

Así que me pongo a continuar la lectura que casualmente tenía pausada. La torre oscura de Stephen King, y es que aunque estaba ya por el último libro, me tomé como un mes de descanso, pues creo había quedado abrumado con el sexto libro de la saga (son siete en total, al menos, oficialmente y descartando todos los otros libros que tienen conexión relativa).

Luego de regresar a la lectura, y terminar el libro en aproximadamente una semana. Lo sé, no es nada asombroso considerando que no hago nada más con obligación por estos días, pero hay que tener en cuenta que incluso en vacaciones se puede tener una agenda apretada, pues se debe (creo yo) aprovechar para ver a toda esa gente que has relegado en tanto tiempo.

 Me estoy desviando. Luego de terminar el libro, puedo notar que mis conversaciones cotidianas vuelven a ser fluidas, al menos como lo eran hace poco, y que sólo tengo las dificultades normales para recordar cosas menos comunes, que seguro a la mayoría nos pasa.

Puedo decir, completamente seguro que la lectura es tan buena y tan necesaria como el aire o el agua. Y si, nuestra cultura tan floja (por supuesto, soy muy flojo también) a veces nos hace preferir cosas que requieren menor esfuerzo, como ver la tele y que no requiere nada de capacidad imaginativa. Ya sé que no hablo nada de nuevo, pero quería ponerlo en mis términos y que fueran tangibles.  Como sea, habrá que ver cuál será el siguiente libro a comenzar.