Caminaré sin sentido por el mundo, abstraído de la vida,
sin merecer más tu aliento, olvidado del amor.
Hasta para estar erguido motivación requiero,
y hoy finjo tenerla,
pues del mundo preguntas insistentes no quiero.
Todo cuanto quiero es que este oscuro día fenezca.
Esperanzas tontas. ¡Oh ilusiones!
Vanos pensamientos que no sólo un día, sino una vida repetí.
Se desmoronan hoy, carentes de cimientos,
como siempre fueron, como nunca serán.
Aunque intenté reprimir al sentimiento, ningún esfuerzo bastó.
No me juzgues, pues quise y no pude.
Es difícil mostrar siempre fortaleza.
Y es que el incierto momento de saber llegó,
y el plazo que no se puso se cumplió.
Siempre estoy lleno de sueños. Sueños de un mejor amanecer, uno donde las preocupaciones de la vida cotidiana son irrelevantes. Creo que los sueños son necesarios y la vía de escape para una vida más cómoda, pero no más adecuada, porque la vida que ya tenemos ha de ser la adecuada. Pensar lo contrario, creo sería un error muy grave. Una vida adecuada, pero no perfecta.
¿Pero la perfección qué? seguro se habla más de ella por inercia que por propia necesidad, si la perfección no existe, pues todo es mejorable, ¿porque esa palabra no ha caído en desuso? Aunque seguro la utilizamos para referirnos a Dios. Pero si no, ¿quiere decir que nos esforzamos en alcanzar lo inalcanzable? Que ilógicas serían entonces nuestras vidas y nuestras motivaciones. Pero y de nuevo ¿la lógica qué? queremos describir todo con el razonamiento cuando no comprendemos nuestra naturaleza del todo. Pero bien, está claro que algo entenderemos de nosotros, así que la lógica seguro puede resultar una herramienta muy útil al tomar alguna decisión. Aunque a veces escojo la sinrazón, lo ilógico y, lo imperfecto. Porque he aprendido que a veces entre pensar y concluir se nos va la vida. Y eso me da miedo, cuan rápido pasa la vida y cuan poco lo noto.
Seguro podría eternamente divagar y no llegar a nada. Mejor me duermo
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